¿Qué es propuesta de valor ejemplo?
Un ejemplo de propuesta de valor sería aquel donde se parte de un título y un subtítulo. El primero para describir lo que haces y el segundo para explicar a quién se lo ofreces y si fuera preciso, por qué lo ofreces. Si fuera necesario, los beneficios o soluciones principales que aportas o resuelves.
La propuesta de valor de una empresa es aquello que resume de una manera sencilla y locuaz lo que haces y lo que ofreces, si eres capaz de expresar fácilmente lo que solucionas al público al que te quieres dirigir. En definitiva, explicar de una manera concreta, directa y correcta por qué deben usarte o comprarte a ti frente a tu competencia.
Ofrecer una propuesta de valor adecuadamente desarrollada permite a la persona entender rápidamente:
- Una o unas razones claras de porque comprarte o usarte
- Que diferencia le estás ofreciendo
- Que coste tiene la oferta que esa oferta
La propuesta de valor de una empresa debe conseguir que dicha razón de compra y la diferencia que le estás ofreciendo, supere al coste que le supone.
Si, por el contrario, la propuesta de valor de una empresa no refleja esa relación o ésta se invierte, no se conseguirá el efecto que en la propuesta de valor de una empresa se espera.
Debes entender que los usuarios están sujetos a multitud de estímulos, a una cantidad muy alta de ofertas y por tanto, resulta complicado que nos creamos los mensajes de las empresas a la primera. Una buena propuesta de valor de una empresa nos permite hacer “clic” o por el contrario, desconectar y hoy en día conectar con una propuesta de valor de una empresa, una vez que la hemos desechado, es complicado, por no decir tarea imposible.
Para que no exista desconexión hay que conocer muy bien al consumidor y saber qué beneficios le vas a aportar y que problemas le vas a solucionar, pero no quedarte ahí, potenciar todo esto con el cómo lo vas a hacer, que te va a hacer diferente de la competencia.
Pero debes tener en cuenta varios aspectos que pueden malograr la propuesta de valor de una empresa:
· Equivocarte de la persona a la que te diriges
· Potenciar diferencias que no son tales
· No especificar de forma concreta los beneficios que aportas
· No utilizar las palabras adecuadas (demasiados tecnicismos, por ejemplo)
· Formalizar una propuesta de valor demasiado pesada y larga
· Dejar elementos ambiguos
· Introducir demasiada información o información redundante.
Un ejemplo de propuesta de valor sería aquel donde se parte de un título y un subtítulo.
El primero para describir lo que haces y el segundo para explicar a quién se lo ofreces y si fuera preciso, por qué lo ofreces. Si fuera necesario, los beneficios o soluciones principales que aportas o resuelves.