Para la definición de la propuesta de valor no basta con sentarse delante de un cuaderno y escribir lo primero que se nos venga a la cabeza. No se trata de ser poético, se trata de ser efectivo. Es por eso que antes de elaborar tu propuesta de valor debes tener en cuenta una serie de factores:

  

1.    Precio. Es uno de los factores más importantes. Existe una gran cantidad de público muy susceptible a este factor. Si somos capaces de aportar el mismo valor a menor precio de la competencia, seguramente habremos ganado muchos clientes.

 

2.    Algo nuevo siempre es mejor. Generar productos nuevos para necesidades de las que los consumidores no eran plenamente conscientes. Ejemplo: los Smartphone

 

3.    La Calidad por encima de todo. No son poca las personas que prefieren invertir un poco más si saben que lo que adquieren es un producto de calidad superior al de la competencia. 

 

4.    Esto te conviene. Generar en el cliente la idea de que se le facilita la vida mediante la adquisición del producto o servicio en cuestión.

 

5.    No admitas imitaciones. Que un producto o servicio sea de una marca determinada es hoy en día un factor determinante a la hora de elegir. Existen muchas marcas de refresco de cola, pero la mayoría acuden a la misma. Hay muchos modelos de Smartphone pero, ¿Cuál es el gran deseado?

 

6.    Menos riesgos. Se pone el acento en la garantía para evitar riesgos al adquirir el producto o servicio.

 

7.    Menos costes. En mercados de venta de empresa a empresa o B2B, se acentúa la capacidad del producto o servicio para reducir los costes de producción de la empresa cliente.

 

8.    No has visto un diseño parecido. Se enfatiza el hecho de que el producto cuenta con un diseño exclusivo, único, que no está al alcance de la competencia.

 

9.    Es personalizable. Los productos y servicios personalizados, adaptados a cada cliente están funcionando muy bien, sobre todo en productos y servicios que se venden online.